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| billete de 50 con ajolote |
Los billetes de ajolote son una de las novedades más atractivas que ha lanzado el Banco de México (Banxico) en los últimos años. Estos billetes, que tienen un valor nominal de 50 pesos, forman parte de la familia G de diseños más actuales y modernos, que buscan reflejar la riqueza histórica, natural y cultural de México. Pero, ¿qué sabes sobre la historia de estos billetes? ¿Qué significan los elementos que los adornan? ¿Qué los hace tan especiales y coleccionables? En este artículo, te contamos todo lo que debes saber sobre los billetes de ajolote, desde su origen hasta su valor en el mercado de la notafilia.
El billete de ajolote fue puesto en circulación el 28 de octubre de 2021 por el Banxico, como parte de la renovación de la familia de billetes que inició en 2018 con el de 500 pesos. El objetivo de esta renovación es mejorar la seguridad, la funcionalidad y la durabilidad de los billetes, así como incorporar elementos gráficos que representen la identidad y la diversidad de México.
El billete de ajolote es el segundo de la familia G que se fabrica en polímero, un material plástico que ofrece mayor resistencia al desgaste, al agua y a las manchas que el papel de algodón. Además, el polímero permite incorporar elementos de seguridad más sofisticados, como ventanas transparentes, relieves sensibles al tacto y tintas que cambian de color.
El billete de ajolote tiene un tamaño de 127 x 66 milímetros y un color predominante verde. Su diseño fue elaborado por el equipo creativo del Banxico, en colaboración con la Casa de Moneda de México y la empresa canadiense Canadian Bank Note Company, que se encargó de la impresión.
El billete de ajolote tiene dos caras: el anverso y el reverso. Cada una de ellas representa un aspecto diferente de la historia y la naturaleza de México.
En el anverso del billete, se representa el periodo histórico del México Antiguo, que abarca desde el surgimiento de las primeras civilizaciones mesoamericanas hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI. El elemento central de esta cara es un fragmento del monolito conocido como Teocalli de la guerra sagrada, que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología1.
Este monolito es una escultura de piedra que representa el templo mayor de Tenochtitlan, la capital del imperio mexica. En él, se muestra un águila posada sobre un nopal con el Atl tlachinolli en el pico. El Atl tlachinolli es un símbolo que combina el agua y el fuego, y que representa la guerra sagrada que los mexicas realizaban para alimentar al sol y mantener el equilibrio del cosmos.
En el billete, también se aprecian otros elementos alusivos al México Antiguo, como el glifo de Tenochtitlan, que significa “lugar del nopal sobre la piedra”; el glifo de Tlatelolco, que significa “lugar de montículos de tierra”; y el glifo de Mesoamérica, que significa “el lugar entre dos mares”. Estos glifos son formas de escritura que usaban los pueblos mesoamericanos para representar conceptos mediante imágenes.
En el reverso del billete, se representa el ecosistema de ríos y lagos de Xochimilco, en la Ciudad de México, que es patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO2. Este ecosistema es el último vestigio del sistema lacustre que existía en el Valle de México antes de la llegada de los españoles, y que fue modificado por los pueblos mesoamericanos para crear chinampas, que son islas artificiales de cultivo.
El elemento principal de esta cara es el ajolote, un anfibio endémico de México que habita en los canales de Xochimilco. El ajolote es una especie neoténica, es decir, que conserva características de su etapa larvaria cuando ya es adulto. Tiene una cabeza ancha, ojos redondos, branquias externas, patas cortas y una cola con forma de aleta. Su color puede variar desde el negro hasta el blanco, pasando por el gris, el café y el rosa.
El ajolote es un animal emblemático de la cultura mexicana, que tiene su origen en la mitología azteca. Según la leyenda, el ajolote es el dios Xolotl, el hermano gemelo de Quetzalcóatl, el dios creador. Xolotl era el dios del fuego, del relámpago y de la muerte, y se transformó en ajolote para escapar del sacrificio que le exigían los demás dioses para crear el quinto sol.
En el billete, también se observan otros elementos relacionados con el ecosistema de ríos y lagos, como el maíz, que es el cultivo más importante de las chinampas y el alimento básico de los mexicanos; la flor de cempasúchil, que es una planta ornamental que se usa para adornar las ofrendas del Día de Muertos; y el pato mexicano, que es una especie de ave acuática que habita en los humedales de México y Estados Unidos.
El billete de ajolote, además de tener un valor nominal de 50 pesos, tiene un valor especial para los coleccionistas de billetes, que se conoce como notafilia. Los billetes de ajolote pueden llegar a venderse por miles o incluso millones de pesos, dependiendo de su estado de conservación, su número de serie, su fecha de impresión y si tienen algún error o variación.
Los billetes más cotizados son los que pertenecen a las primeras series que se imprimieron, que se identifican por las letras AA, AB, AC y AD al inicio del número de serie. Dentro de estas series, los más buscados son los que tienen números especiales, como el AA0000001, que es el primer billete que se fabricó; el AA0000100, que es el número 100; el AA0000500, que es el número 500; el AA0001000, que es el número 1000; y así sucesivamente.
También son muy valorados los billetes que tienen algún error o variación, como el que tiene una mancha negra en el rostro del ajolote, que se debe a un defecto en la impresión; el que tiene una marca de agua invertida, que se debe a un error en el corte del polímero; o el que tiene un holograma diferente, que se debe a una mezcla de elementos de seguridad de otros billetes.
Los billetes de ajolote se pueden vender en diferentes lugares, como tiendas especializadas, plataformas de comercio electrónico, grupos de redes sociales o subastas. Sin embargo, antes de venderlos, es importante verificar su autenticidad, su estado y su precio, así como tener cuidado con posibles fraudes o estafas.
Los billetes de ajolote son una muestra de la riqueza histórica, natural y cultural de México, que se plasman en un diseño único y moderno. Estos billetes, además de tener un valor nominal de 50 pesos, tienen un valor especial para los coleccionistas, que pueden llegar a pagar miles o millones de pesos por ellos. Los billetes de ajolote son una forma de preservar y difundir el patrimonio de México, así como de apreciar y proteger a una especie emblemática y amenazada, como es el ajolote.
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